La mejora en la calidad de vida que las personas hemos conseguido gracias a la industrialización, automatización, robótica, investigación y otros muchos avances tecnológicos es innegable, pero este progreso no nos ha salido gratis, hemos aumentado la carga que soporta nuestro planeta de forma muy sustancial, cada día explotamos más recursos naturales, ocupamos zonas verdes, emitimos cada vez más dióxido de carbono y vertemos a los mares grandes cantidades de plásticos y otros desperdicios. Todas estas acciones están teniendo consecuencias muy graves para la vida en nuestro planeta, tanto para la flora y fauna silvestre como para las propias personas.
Actualmente los retos más importantes a los que nos enfrentamos son los siguientes:
PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
La biodiversidad se define tradicionalmente como la variedad de vida en todas sus formas. Comprende el número de especies, su variación genética y la interacción de estas formas de vida dentro de ecosistemas complejos.
Los científicos advirtieron en 2019 que un millón de especies, del total estimado de ocho millones, están en peligro de extinción, muchas de ellas podrían extinguirse en unas décadas.
Las principales causas que están acelerando está pérdida de biodiversidad son los cambios de uso del suelo (deforestación, monocultivo intensivo, urbanización…), la contaminación, cambio climático y la introducción de especies invasoras.
Desde el año 1500, el hombre ha propiciado la desaparición de 680 especies de vertebrados, mientras que un millón de especies de animales y plantas (de los 8 millones existentes) están en peligro de extinción. Así lo recoge un estudio realizado por la UNESCO y que fué presentado en Paris en 2015.
CALENTAMIENTO GLOBAL
El calentamiento global o calentamiento mundial es el aumento a largo plazo de la temperatura atmosférica media del sistema climático de la Tierra debido a la intensificación del efecto invernadero.
En 2013, el Quinto Informe de Evaluación (AR5) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) concluyó que «es extremadamente probable que la influencia humana ha sido la causa dominante del calentamiento observado desde la mitad del siglo XX».10 La mayor influencia humana ha sido la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno.
El cambio climático futuro y los impactos asociados serán distintos en una región a otra alrededor del globo.1516 Los efectos anticipados incluyen un aumento en las temperaturas globales, una subida en el nivel del mar, un cambio en los patrones de las precipitaciones y una expansión de los desiertos subtropicales.17 Se espera que el calentamiento sea mayor en la tierra que en los océanos y que el más acentuado suceda en el Ártico.
La temperatura promedio de la superficie de la Tierra ha aumentado alrededor de 0,8 °C desde 1880. La velocidad de calentamiento casi se duplicó en la segunda mitad de dicho periodo (0,13 ± 0,03 °C por década, versus 0,07 ± 0,02 °C por década).
ESCASED DE RECURSOS
La escasez de los recursos es la última gran problemática a la que se enfrenta la humanidad, y es que además de tener que lidiar con el cambio climático debemos de hacerlo asumiendo que no tenemos todos los recursos que nos gustarían para cambiar a un modelo mejor. Este problema podemos apreciarlo con el litio, este material es el que puede darnos la oportunidad de hacer una transición energética hacia una modelo descarbonizado, pero debido a su escasez tenemos que optar por otras soluciones para el almacenamiento de energía, haciendo que el almacenaje de grandes cantidades de energía no sea posible hacerlo mediante baterías.
Metales como el magnesio, plata, oro, titanio y las famosas tierras raras limitan aún mucho más introducción de tecnologías disruptivas que permitan enfrentar el cambio climático, ya que su escasez hace inviable una solución definitiva aplicada de forma global.